
Actividades en el Proceso Vocacional
Uno de los mayores retos en la vida de las personas es la elección de su “correcto” estado de vida. Y decimos “correcto” porque lamentablemente en este proceso uno puede equivocarse con facilidad.
La búsqueda de la propia vocación es parte fundamental en la realización personal. Por ello es importante hacer un alto en el camino de la vida y darle la importancia que se merece.
La vocación no es una elección que se puede hacer solo desde un sentimiento o una emoción. Debemos descubrirla desde la escucha atenta de la voluntad amorosa de Dios para cada uno de nosotros, en un ambiente de oración y de reflexión que permita discernir con claridad los deseos de Dios para la propia vida.
Y hablamos de descubrir, porque… ¡nuestra vocación ya existe! Cada uno de nosotros nacemos con ella, y ella constituye parte del proyecto de Dios para nuestras vidas. La consecuencia de una mala elección puede ser no sólo la propia infelicidad, sino también la frustración de la felicidad de otros.
Por todo esto es importante que las jóvenes puedan tener elementos precisos que les permitan hacer con madurez un discernimiento claro y objetivo de su vocación.
El Proceso Vocacional en nuestro Instituto pretende que la joven tenga una base firme para tomar la decisión y valorar si posee o ha adquirido los elementos que pide la Iglesia en cuanto a la admisión a las Congregaciones Religiosas:
- Una sólida identidad sexual.
- La capacidad de vivir el plenamente el celibato con significado esponsal y la castidad con determinación.
- La donación en el servicio desinteresado al bien espiritual de los demás.
- Un amor oblativo, vivo y personal hacia Jesucristo.
- Una afectividad libre y madura, que le permita establecer relaciones interpersonales con ambos sexos sin dependencias, conformando sus sentimientos a los de Jesús: Pastor, Cordero, Siervo, Hijo.
Estas son las actividades que ofrecemos a las jóvenes que quieran iniciar un Proceso de Discernimiento
Vocacional con nosotras
Retiros Vocacionales
Se trata de una semana de encuentro profundo con Dios en la oración, la reflexión, el compartir fraterno y el acompañamiento vocacional. En ellos se ofrece a las jóvenes una experiencia de acercamiento a la Vida Religiosa en una espiritualidad carismática.
Están destinados a jóvenes entre 17 y 30 años que están buscando su vocación, que desean descubrir qué es la Vida Religiosa porque se sienten inclinadas a ella, que desean vivir una consagración religiosa en una espiritualidad carismática, que sienten el llamado a ser Discípulas de Jesús.
Horas Santas Vocacionales
La vocación es el deseo y el proyecto de Dios para cada uno de sus hijos. Por eso para descubrirla es necesario orar.
El objetivo de las Horas Santas Vocacionales es propiciar un ambiente de oración en el que la joven pueda contemplar la acción de Dios en su vida y acrecentar la experiencia de sentirse amada por Él y el deseo de corresponder a ese amor.
Experiencias Vocacionales
Las jóvenes con inquietud vocacional podrán pasar algunos días de experiencia en nuestras casas, conociendo nuestra espiritualidad, estilo de vida y apostolado.
Esto les ayudará a ubicar mejor su discernimiento en el concreto de nuestra vida como Discípulas de Jesús y también nos permitirá conocerlas mejor.
Acompañamiento Vocacional
Es un proceso de conocimiento que tiene el objetivo de evaluar si la joven es llamada: si tiene verdadero interés o inclinación por esta vocación específica y si posee las actitudes y virtudes necesarias para vivirla, en especial madurez y recta intención, es decir que, movida por la fe, tenga una voluntad decidida a entregarse al Señor.
Este proceso no consiste en verificar o evaluar de un modo frío e impersonal, sino que ha de ser una ayuda que se le ofrece a la joven para que se conozca, tanto en las áreas humanas como espirituales. Además es un proceso de formación, ofreciendo bases sólidas en el acompañamiento. De esta manera se pretende que la joven pueda discernir y asumir con libertad y gozosamente el Plan de Dios en su vida.
Las áreas de formación en este acompañamiento son:
⇒ Formación humana, que le ayudará a alcanzar el auto-conocimiento y la madurez necesaria, permitiendo que las facultades afectivas sean dirigidas por las racionales (la voluntad, la inteligencia, la libertad), y estas iluminadas y guiadas por el Espíritu Santo.
⇒ Formación cristiana, que reforzará en la joven los elementos de vida espiritual que le ayuden a profundizar en una experiencia fuerte de encuentro con Jesús, y de este modo pueda hacer un discernimiento adecuado.
⇒ Formación en la vida de relaciones, que le proporcionará elementos que le permitan revisar su manera de relacionarse con otras personas y animarse a vivir una experiencia sana y libre en sus relaciones de hermandad, trabajo en equipo y autoridad-subordinación.
⇒ Formación vocacional, que le permitirá descubrir para qué fue creada por Dios y cuál es el sentido de su existencia, y crecer en las actitudes y virtudes para vivir el estilo de vida de las Discípulas de Jesús.